El otro día fue el "blue monday", el día más triste del año. Dicen que nos ponemos tristes ya que no hemos cumplido los propósitos de año nuevo, o por los excesos navideños, o porque queda mucho para que lleguen las próximas vacaciones.
Ese día escribí esto en una hojita de papel, unos consejos para sobrevivir al blue monday (aplicable a todos los días plof): desayuné un zumo de naranja lleno de vitaminas, paseé y no me olvidé de sonreír. El día que me levante con el pie izquierdo, lo volveré a leer.
El señor Invierno ya no se esconde, y llueve. Hay días con mucha niebla, días grises, y eso afecta al estado de ánimo. Por eso siempre digo que "La vida en color es más chula".
Dale unas vacaciones a la señoras Tristeza y Pereza y vístete de colores alegres. Compra unas flores bonitas que dejen un agradable olor al entrar en casa. Date un capricho, ¿por qué no?
He descubierto que si me rodeo de cosas bonitas, de cosas que me gustan mucho, estoy más contenta. No sabes el poder que tiene un boli chulo. O una agenda llena de color, con pegatinas para llenar tu día a día de tareas (pero más mono puesto). ¿Y qué me dices de los washi-tapes? El celo transparente es un poco aburrido, puedes probar con celos de colores o washis.
Ponte mensajes positivos en tu mesa de trabajo o donde tienes el ordenador. Así cuando estés estresad@ igual te sacan una sonrisa. Y permítete tu tiempo relax. Lee, dibuja, canta, baila.
Hay muchos blue mondays por la vida. Pero si los pintamos de verde esperanza, amarillo como el sol...o mezclamos todos los colores, estoy segura de que esos días van a ser más alegres.
Cuando me pongo un poco triste cojo mi libreta rosa y escribo mini cuentos. Para mí los colores son terapéuticos. Y me inspiran. Y me hacen reír.
¿Te animas a llenar tu vida de colores?
With love, Lunarcita