A simple vista unas simples semillas no dicen mucho. Pero si les dedicas un poco de tiempo y cariño, pueden convertirse en una preciosa y colorida planta.
Yo no soy una "Green Fingers". Me hacía gracia esa cualidad que podías dar a tu Sim (sí, yo era una de esas adultas que pasaba horas haciendo de las mías con los personajes. Para que me voy a engañar, hace tiempo que no juego, pero sigo siendo la misma en ese aspecto).
Poco a poco voy haciendo que mi jardín-huerto-urbano esté más lustroso. Estoy tan orgullosa. Estamos orgullosos los tres, porque cada vez que cuidaba una planta, la pobre acababa en cuidados intensivos.
De vez en cuando les susurro la historia de la semilla feliz. Unas líneas que he escrito para motivar a las semillas. Para que comprendan que su impaciencia será recompensada. Para que sean felices y luzcan verdes. Y sepan que son queridas por nosotros y que sería una alegría verlas crecer.
"La vida de una semilla es sencilla. El sol y el agua hacen realidad su sueño: ser una planta. Cuando rompe la barrera de tierra que le separa del exterior, consigue la libertad. Es cuando baila a la brisa. Se hace amiga de los insectos. Da sombra al pequeño gusanito.Y se deja querer por todo aquel que le mira, le huele. Su deseo es tener ramas llenas de flores. Cuando llegue ese momento será una planta radiante, sedienta de vida. Y de tu voz. Porque tu voz le dará la fuerza y la valentía para seguir creciendo, para disfrutar del aire puro y rozar con sus hojas el cielo."
No se si funcionará leerles, cantarles o hablarles. Pero voy a seguir intentando transmitirles energía positiva y amor a la naturaleza.