martes, 12 de agosto de 2014

Home Sweet Home

Que el estilo Rococó me apasiona no es nuevo. Pero de vez en cuando, sólo de vez en cuando, hay que ser realistas. Una no puede ir a Maison du Monde y salir con tres o cuatro carros...y llenar dos furgonetas. No hoy al menos. Lo haré algún día y te lo contaré. Hola Low Cost.

La Happy Family quería un hogar dulce, lleno de risas. Y a pesar de que aborrezco el gotelé...tengo que confesarte que nuestro nidito de amor es perfecto para nosotros.

Siempre he querido entrar en casa y que un mensaje positivo me diera fuerzas suficientes para tener un buen día. O salir por la puerta y que nada ni nadie ahuyentara mi sonrisa interior. Y gracias a esta lámina adhesiva que hemos colocado en el espejo de la entrada, nuestros días van a ser super happys. Y si estoy de morros me voy a sentar y voy a mirarla hasta que mi amiga La Risa vuelva a mi.

"La risa es un tranquilizante sin efectos secundarios"

Un mueble envejecido te saluda al entrar. Es precioso. Fue un flechazo. Una de mis jarras vintage, que son un auténtico tesoro, quedaba ideal con unas flores (siemprevivas).


Queríamos que cada habitación tuviera un color: por ejemplo en la cocina predomina el naranja, en el salón el verde pistacho...y en la habitación de invitados el blanco y el rosa.

Cuando entras en la cocina parece que estás en una taberna irlandesa. Salvo por la decoración de papagayos en los platos. Algo que le da un toque divertido. Y más botes vintage. Pero eso te lo enseño otro día.

Con un poco de ayuda de tu hada madrina es muy fácil conseguir con poco, un mucho muy grande. Un jarrón transparente simple: pones arena verde pistacho, piedritas blancas y una vela color gris indefinido...y volilà!! Al salón!! Y así con todo.

Las cartas se merecen un lugar especial. Y esta lechera también.
 

Ahora nos toca disfrutar de nuestra casita. 

With love,  Lunarcita

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