jueves, 22 de mayo de 2014

El cuento de La lágrima tímida


Hola :) después de unos días un poco ausente por motivos buenos (laborales) aquí estoy de nuevo, con ilusión. Quiero presentarte mi nuevo mini cuento de La lágrima tímida. Dedicado a esas lágrimas indecisas.




La vida de una lágrima es corta, puede ser amarga, es muchas cosas a la vez.
Lo que ella ignora es su poder mágico, tiene el don de sanar.

Una niña sentía como había algo en sus ojos que le hacía cosquillas. No era alergia. No se le había metido nada en el ojo y tampoco había estornudado.

Simplemente tenía una lágrima tímida. 

¿Salir al mundo exterior? ¿Y si no encuentro el camino sola? - se preguntaba la lágrima indecisa. - Mejor espero. - Pero estaba inquieta y tenía ganas de volar, de ser libre.

En la escuela de las lágrimas hay muchas asignaturas: Alegría, Miedo, Éxito, Fracaso, Amor, Recuerdo, Risa... Allí aprenden a ser alegres o melancólicas. Dulces o saladas.

Esta lágrima quería ser bonita. Le asustaba ser el resultado de una aventura fallida. De una situación de pánico o desesperación. Quizá soy demasiado perfeccionista -se repetía una y otra vez.

No quería ser olvidada en vano pero tampoco odiada por el mal rato lleno de pucheros desconsolados.

Fue valiente. Cerró los ojos y se dejó llevar. Sólo quería sentir. Y así lo hizo. Sintió lo que sentía la niña y consiguió su libertad.

Salió rozando las pestañas, poco a poco, deslizándose por el tobogán de las mejillas. Y en un instante desplegó sus alas y voló lejos, feliz.

La niña, lloraba de la risa. Le había pasado algo tan gracioso que las lágrimas saltaban llenas de emoción y bailaban al son de las carcajadas.

Fue entonces cuando la lágrima tímida comprendió que no todos los llantos son tristes y que hay que dejar que los sentimientos, sean cuales sean, puedan volar, existir y hacer sentir a las personas.

Lunarcita tiene un lunar

Fin


Ya me contarás que te ha parecido!!!
With love, Lunarcita



No hay comentarios:

Publicar un comentario